Este texto lo encontré en un libro sobre la Fraternidad. Ilustra de una manera clara la situación actual de la justicia en Paraguay.
Para describir este proceso, aunque sea más complicado, conviene hablar de “formas de estado” en lugar de estado a secas. Las formas de estado son aspectos de la actividad estatal que permiten estudiar mejor esas tensiones entre cambios y continuidades en la transición de la colonia a la independencia en América Latina. Así, por ejemplo, las formas estatales vinculadas a la actividad económica fueron abriéndose rápidamente al predominio de las nuevas ideas de libre comercio e intercambio con los países extranjeros (léase, en principio, Inglaterra y Francia).
Por el contrario, las formas estatales vinculadas al control social (por ejemplo la justicia) retuvieron mucho de la normativa y procedimientos legales coloniales después de la independencia. Dado que las normas coloniales discriminaban de acuerdo a la condición étnica y la posición de cada uno en la escala social, éstas resultaban incompatibles con el principio de igualdad ante la ley que proclamaba el nuevo orden. Sin embargo, las formas estatales de independencia debían hacer frente a una situación de inestabilidad social y movilización de los sectores populares. La continuidad en la aplicación de los procedimientos normativos coloniales fue entonces funcional al objetivo de restaurar el orden y mantener el control de esos grupos subalternos.
Lentamente, la evolución histórica de esas nuevas formas estatales fue creando las bases para la consolidación de los nuevos estados latinoamericanos que combinaron la aplicación decidida de los nuevos principios liberales de la Ilustración con ciertos componentes del estado colonial que se perpetuaron bajo la forma de procedimientos y prácticas. Hay que remontarse a esta época de transición, de caudillos y guerras civiles, de adaptación y supervivencia, para encontrar los orígenes remotos de una pregunta que hasta hoy nos hacemos: ¿Cómo puede ser que una misma ley se aplique de una forma para unos y de otra completamente distinta para otros? Después que no se diga que la historia no nos enseña nada. (Berreneche, Osvaldo. Prologo. En: Baggio, Antonio M. (comp.): El principio olvidado: la fraternidad en la política y el derecho. Buenos Aires, Ciudad Nueva, 2006
Así nos tiene la justicia de nuestro país; en vez de ir bajando a los menos favorecidos que más la necesitan; va subiendo a las clases más pudientes y poderosas. Ni siquiera hablamos de millonarios sino de multimillonarios. Cómo hacer para cambiar este orden de cosas?
martes, 11 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario